Y van cuatro

Minutos por km: y el muro en el km 30

Minutos por km: y el muro en el km 30

2015-11-15 17.58.29

Solo quedan 2 km. (El sufrimiento va por dentro).

2015-11-15 17.58.41

Misión cumplida

Maratones, cuatro maratones. Todas ellas en Valencia, todas ellas ya cumplidos los 50 años, cada una diferente a las anteriores. Este año tocó sufrir, y mucho. Pensaba que iba bien preparado, había hecho mis largos de más de 30 km las semanas previas, tenía una pauta de alimentación e hidratación clara, e iba a salir un poco más lento que el año anterior con el objetivo de repetir marca y evitar el temible muro, que el año pasado encontré en el km 37. Pero no fue así, en el km 30, tras pasar los carteles de ánimo que había junto a las torres de Quart, anunciando que «el muro no existe», «tú sí que puedes», me quedé sin fuerzas para seguir al ritmo que llevaba hasta ese momento; y en ese kilómetro comienza la única subida de la carrera, la de la avenida de Burjassot. Interminable. En realidad, aquí empezaba la carrera. Llegué a la atalaya de General Avilés, en el km 32, pensando en que los siguiente kilómetros son cuesta abajo, y diciéndome a mí mismo que solo quedaban 10 kilómetros y que había que ir uno detrás de otro. Sabía perfectamente lo que me esperaba, porque ya había sufrido en estos kilómetros con anterioridad: el puente del 9 de Octubre, el Hospital General, la avenida del Cid, Inma e Isabel esperándome en el cruce con Pérez Galdós para darme ánimos antes de los últimos 5 kilómetros, el paso sobre el túnel de Germanías, Xàtiva, Colón, la margen derecha del río y la llegada a meta. Fue una batalla mental, el hemisferio derecho del cerebro contra el izquierdo. Uno mandaba señales de «retírate», «¿para qué vas a seguir sufriendo una hora y media más?», «esta es la última maratón», mientras que el otro decía «adelante», «a partir de aquí todo es mental», «tú sí que puedes», «tienes que conseguir tu cuarta medalla», «Inma te espera en meta». Los últimos kilómetros son difíciles de describir, multitud de gente animando, jaleando tu nombre mientras ven tu cara de sufrimiento, aplausos, gritos, hasta que llegas al km 42 y giras a la izquierda para enfilar los últimos 200 m en la alfombra azul sobre el estanque del Príncipe Felipe. Es un momento muy emocionante, no te quedan fuerzas para nada más pero no te has dejado doblegar, notas la adrenalina y te llenas de satisfacción: han sido muchos meses entrenando con 12 últimos kilómetros muy difíciles. Y un poco más allá, Inma e Isabel esperándome.

2 comentarios en “Y van cuatro

  1. ISABELBECE

    Particularme, siento gran admiración por los atletas de carrera y, especialmente, los maratonianos. Hay que ser aún más fuerte mental que físicamente, supongo. Tu contrincante a batir eres, en primera instancia, tú mismo. ¡ Enhorabuena !

  2. Esteban Rodrigo

    Soy tu fotógrafo de cabecera… Eres un orgullo para los que te conocemos… Te vi bien en el Km 3 y ya regular en el 24 por calle Menorca… Pero ese pensamiento que compartiste en facebook de «Inma me espera en meta», me dió un vuelco… que suerte querer así. Solo lo puede hacer una buena persona por una gran persona. Enhorabuena de nuevo amigo. Y sigue, que no hay quinto malo y alli estaré si la vida me respeta. Un abrazo.

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