Pascuas 2010, bogavantes, gambas, alcachofas, sepia, castillos, volcanes y despedida

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Cuando mi padre iba a cumplir 40 años no dejaba de repetir el refrán aquél de que «de los 40 p’arriba no te mojes la barriga». Yo no acaba de entender el mensaje, que interpretaba literalmente, creyendo que mi padre no podría volver a bañarse en la playa a partir de aquel fatídico cumpleaños. El origen de aquel refrán se remonta a los tiempos en los que cumplir 40 suponía traspasar una barrera a partir de la cual era mejor cuidarse y evitar excesos como los de mojarse la barriga. Hoy, el refrán debería de reformularse, aumentando la edad a la que hace referencia y decir «de los 50 p’arriba no te mojes la barriga» (la rima, necesaria en todo buen refrán, sigue siendo válida).

El recuerdo de aquel refrán y el hecho de que este año yo cumpla los 50, me han permitido bromear con mis amigos de toda la vida (cuando se van a cumplir 50, los amigos de toda la vida, son amigos de muchos años, casi todos antiguos compañeros del entonces Instituto de Enseñanza Media de Requena, al que entramos hace 40 años allá por el año 1970) sobre la continuidad de mis labores de cocinero habitual en nuestras tradicionales reuniones de pascua (tanto el domingo de pascua de resurrección, es decir, el primer domingo después de la primera luna llena tras el equinoccio de primavera, como el domingo de la pascua de San Vicente).

En realidad todo empezó por mi interés, este año, de dejar constancia gráfica de una actividad que siempre comento con mis compañeros de la universidad y con mis amigos de Valencia, y que me parece que muchos todavía no se creen: el que todos los años, durante los últimos 20 años (con la excepción de las pascuas del año 2000) cocino uno, dos o tres arroces para una cantidad considerable de gente. En estos 20 últimos años hemos pasado de acudir como parejas recién casadas, a parejas con hijos pequeños, a parejas con hijos no tan pequeños, a parejas con padres. A la hora de comer el número de adultos siempre ha oscilado entre 20 y 30, mientras que el de niños ha llegado a igualar al de adultos, y hoy en día se limita a poco menos de la decena.

Reunidos el pasado domingo de resurrección, y dispuesto a dejar constancia gráfica del hecho culinario, se me ocurrió comentar que la razón de este interés por la fotografía era el tener un recuerdo de la que podría ser la última vez que cocinara en pascuas para mis amigos de toda la vida. La noticia fue recogida con cierto estupor, pero mi argumentación fue clara y contundente: considerando el nuevo refrán «de los 50 p’arriba no te mojes la barriga», quién sabe dónde podría estar o qué podría estar haciendo al año que viene por estas fechas con 50 años cumplidos.

Y así comenzó este reportaje fotográfico que adjunto en dos álbumes.

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Domingo, 4 de abril de 2010, en las proximidades de La Portera, arroz caldoso con bogavante para 32 personas, acompañado con 60 gambas rayadas de buen calibre para el aperitivo. El arroz caldoso lo preparé siguiendo las indicaciones de «el cocinero fiel» en su receta del mismo nombre. Cabe destacar los 7 bogavantes vivos que fueron seccionados longitudinalmente minutos antes de su utilización y cuyas colas mantenían el reflejo de ataque aún después de separadas de la cabeza. Calificación del experimento: 10 sobre 10. Es cierto que soy parcial, pero el único fallo que tuve es no hacer cuatro o cinco raciones más para los que quisieron, y no pudieron, repetir.

Acabada la comida, salimos a dar un paseo de casi 10 km por las inmediaciones de Cofrentes.

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Paseamos junto al río Cabriel aguas abajo de la central de Basta, cruzamos bajo el puente de la nueva variante de la N-331 a su paso por Cofrentes, y subimos al volcán de Agras donde encontramos un gigantesco pedrusco de origen incierto pero de características tan singulares como para poder distinguirse en la fotografía de satélite de Google (haz zoom en la imagen de arriba en el extremo más a la derecha del camino y podrás comprobarlo).

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Domingo, 11 de abril de 2010, en las proximidades de La Portera, arroz en paella con alcachofas y sepia para 24 personas. Arroz más modesto que el del domingo anterior pero no por ello menos sabroso. Durante su elaboración hice entrega de los utensilios de cocina al que se ha ofrecido como relevo para el año que viene, ya que yo seguí con la historia de mi posible retiro de los fogones tras traspasar la barrera de los 50. Calificación: 8 sobre 10. El arroz estaba muy bueno, pero no podía superar al del domingo anterior.

¿Qué pasará el año que viene? el próximo 24 de abril de 2011 (ya sabéis, el primer domingo después de la primera luna llena después del equinoccio de primavera de 2011) lo sabremos.

3 comentarios en “Pascuas 2010, bogavantes, gambas, alcachofas, sepia, castillos, volcanes y despedida

  1. Arturo

    No debe confundirse «mojarse la barriga»(exterior) con «llenarla» (interior) por lo que mantendremos la esperanza de rellenarla el próximo año con los arroces de nuestro amigo Jaime (y que no pierda la pista de los utensilios por si falla el relevo). Por lo demás ha resultado agradable leer los comentarios y ver las fotografías. Y ánimo, que 50 áños no es nada (que me lo digan a mí).

  2. maricarmen valle lopez

    Una Pascua sin tus arroces……..no molarian. Piensatelo. No son unos arroces cuarquiera, alrededor pululan unas personas que se conoces desde hace muchos años. Y les queda lo mejor despues de los 50……….

  3. El Relevo

    Te habla, Jaime, el Relevo
    pa cuando cumplas cincuenta
    no como Jaime Gómez
    mas como Jaime Arrocero.

    Que si de grande maestro
    son tus arroces muestra
    no te eches años a cuenta
    Pues sólo van veinte y ni eso.

    Así que paciente espero
    el gran evento pascual
    en que desme cansado al final
    el susodicho relevo.

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